viernes, 29 de agosto de 2008

Carta de un Exiliado a los lideres políticos de Venezuela.

Cuando se esta afuera de la patria que lo vio nacer a uno como venezolano se le hace casi una adicción el estar en un cien por ciento pendiente de los acontecimientos en nuestro añorado país. Pero resulta una agonía exasperante ver cono el régimen totalitario de Hugo Chávez sigue avanzando de manera acelerada en la destrucción de nuestra patria y no exista capacidad de respuesta, no exista capacidad de organización y fortalecimientos de estructuras que al unísono de un solo mensaje deje la posibilidad de enfrentar con la contundencia de la masa los atropellos de la revolución bolivariana. El problema es que pareciera no existir voluntad política para dar la verdadera PELEA. La base de nuestras divergencias es la falta de capacidad de sacrificar nuestras apetencias y objetivos personales, por los objetivos del país. El problema esta en que nadie quiere sacrificar su comodidad para escoger el camino del verdadero sacrificio, ese camino que llevaría asumir un liderazgo como un apostolado y con las consecuencias que ello acarree. Claro, nadie quiere en caso de no ser asertivos sufrir las consecuencias de oponerse a este régimen, las cuales son la MUERTE, la CARCEL o el EXILIO. Ese es el gran problema que nadie quiere arriesgar con sinceridad por el beneficio de la patria. Solo esta actitud explica porque las ocasiones que se nos han presentado para terminar con este régimen no se han aprovechado, esto explica porque a los procesos de elecciones en Venezuela no se les da el carácter insurreccionad que amerita para lograr una salida. A las puertas de unas elecciones regionales que no son la solución pero si una excelente oportunidad para movilizar a la masa, lo que vemos es desunión y luchas miserables por un espacio que no vale nada después de todo lo que Chávez ha hecho para centralizar el poder. En estos momentos se debería estar hablando de cómo se va a defender el voto, se debería estar incendiando el país por los cuatro costados para impedir que se aplique las leyes del “paquetazo” , se le debería estar organizando a la sociedad para que a través de la desobediencia y el desconocimiento se logre la salida del cáncer que esta acabando con Venezuela, pero eso no pasa lo que observamos es una gran cantidad y que de lideres que lo que hacen es luchar por sus propios espacios, pelean por sus propios beneficios y no les interesa para nada la población y lo que sufre día a día. Los lideres están llamados a asumir posiciones de vanguardia, posiciones de riesgo para que la masa pueda lograr sus objetivos e inclusive de sacrificio propio por los intereses de la mayoría. Esta generación política no ha estado a la altura del compromiso del país, es por eso que los vemos haciendo lo que aprendieron durante cuarenta anos de democracia que es negociar, negociar hasta con el mismo diablo si eso le garantiza sus intereses. Los resultados están a la vista, es por ello que en esta contienda a diferencia de otras épocas de Venezuela, el exilio no es de los políticos, sino del ciudadadano común. He aquí una prueba de que realmente no se han embraguetado para lograr lo que todos los venezolanos queremos, que es la salida de Chávez del poder.
Están a tiempo de reflexionar y dar el gran paso, si no lo hacen ya existe una nueva generación que no se esta formando como ustedes en como negociar para preservar espacios inútiles, por el contrario se esta formando en el verdadero campo de batalla, que les ha traído como consecuencia la mejor escuela que es la cárcel y el exilio. Esa generación se esta curtiendo y se esta formando para lograr el objetivo, pero una vez que se logre, entonces con la salida de Chávez, entonces estará también decretada la salida de este liderazgo incapaz del escenario político por ser tan responsables de las destrucción de Venezuela y no haber tenido la capacidad de ser sinceros y liderar a la masa por el bien colectivo y no el personal. Reflexionen que aun están a tiempo.





José Antonio Colina Pulido
Teniente de la Guardia Nacional
Miembro de lo Militares de la Plaza Altamira

En Dios Confiamos.

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