Mensaje a la Fuerza Armada Nacional.

Hoy 26 de Septiembre la sociedad venezolana esta librando una de las mas importantes batallas para decidir el futuro de la nación. Las elecciones a la Asamblea Nacional y al Parlamento Latinoamericano constituyen la avanzada necesaria para que en Venezuela se afiance el totalitarismo y el comunismo que es lo que ofrece la revolución de Hugo Chávez o por el contrario se inicie un camino de esperanza para la democracia venezolana que ya de por si esta herida de muerte. El trabajo de la sociedad es salir a votar, el trabajo del liderazgo político es dar el ejemplo y liderizar a la población para la defensa de ese voto. Pero el trabajo de la Fuerza Armada es vital, ya que en su primera etapa deben ser garantes de la seguridad de los votantes y de que exista tranquilidad y orden en los centros de votación. Tranquilidad que pudiera ser amenazada por los grupos armados del gobierno y por las llamadas milicias revolucionarias que no son otra cosa que civiles uniformados, pagados por el gobierno para causar desorden en vez de orden. Los militares que participan en le Plan Republica tienen el sagrado deber de cuidar a los votantes, a todos los votantes sean oficialistas o sean opositores. Lo segundo que debe hacer la Fuerza Armada Nacional es no permitir que se violenten las reglas y las normas a la hora de la custodia del material electoral y del funcionamiento de los horarios de las mesas de votación, allí van a tener la ayuda y el apoyo de los miembros de mesa. Y lo ultimo y mas importante es convertirse en garantes de que se cumpla la voluntad popular, en tal caso que personas indecentes y funcionarios inescrupulosos intente cambiar el curso de la historia, si eso llegase a pasar y es un escenario que no hay que descuidar la Fuerza Armada esta en la obligación de hacer que se respete la constitución y las leyes y por ende la voluntad popular. Si los resultados no son respetados, entonces un alzamiento militar esta justificado y seria la única salida para devolverle la esperanza al país y a las generaciones de relevo.


José Antonio Colina Pulido
En Dios Confiamos