Mensaje a la Fuerza Armada Nacional.
El reciente Consejo de Investigación realizado al Capitán de la Guardia Nacional Juan Carlos Nieto Quintero por pedir que se despolitice a las Fuerzas Armadas y el ascenso a General en Jefe del Mayor General Henry Rangel Silva, actual Jefe del Comando Estratégico Operacional, envían un mensaje muy evidente hacia los miembros del componente armado.
Claramente se manifiesta que quien este con la revolución, viole la constitución y además de ello se comporte como mercenario y comisario político, tendrá los meritos suficientes para ascender a los grados superiores y ocupar lo mas altos cargos dentro de la institución militar, muy al contrario de lo que les pasa a quienes exigen respetar la constitución, cumplir con la misión y funciones de la Fuerza Armada Nacional en la defensa de la sociedad venezolana, sus instituciones y el resguardo de la soberanía nacional, que son sancionados, no se les da cargo dentro del componente militar y al final terminan siendo expulsados de manera deshonrosa.
En el pasado quedo la imagen de una Fuerza Armada digna, donde se respetaba la meritocracia y los esfuerzos de quienes luchaban por obtener los primeros lugares de las promociones, aun cuando no podemos negar que en los grados de General de Brigada y General de División intervenía la política, pero no de la forma tan aberrante y asquerosa como se hace ahora.
La Fuerza Armada Nacional esta pasando de ser el esqueleto moral de la sociedad a un cuerpo genuflexo y servil, que alberga desde corruptos hasta narcotraficantes, cuyo mayor merito es permitir los atropellos de un dictador que con sus políticas destruye a la nación. Sabemos que no todo el componente militar esta corrompido, pero mientras los Oficiales, Tropa Profesional y Tropa alistada honorables e institucionales no manifiesten sus oposición al oprobio que reina en Venezuela, el mensaje a la sociedad se percibe como si toda la Fuerza Armada fueran como Henry Rangel Silva, un corrupto narcotraficante al servicio de un hombre y no de la nación.
El respeto hay que ganárselo y solo demostrando que estamos en contra de tanta basura y corrupción, podremos recuperar la admiración que sentía la sociedad venezolana por los hombres de uniformes, a tal punto de decir que éramos la reserva moral de la sociedad. Volvamos a convertirnos en esa reserva moral que tanto necesita Venezuela.
José Antonio Colina Pulido
En Dios Confiamos.
domingo, 21 de noviembre de 2010
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