La solución para Venezuela: Una Asamblea Nacional Constituyente.

Cada día que pasa se acrecienta la crisis política, económica y social en un país donde la ilegitimidad y las violaciones constantes a la constitución nacional están a la orden del día. No existe la independencia de poderes, no hay respeto a los derechos más elementales de los ciudadanos, existen presos y perseguidos políticos, además de no haber libertad de expresión, bien sea por la autocensura o por las maniobras del régimen ilegitimo para adquirir a través de su boliburguesia los medios de comunicación que en algún momento cumplieron con su deber de informar. Ante esta patética y precaria situación, que en algún momento deberá forzar a los liderazgos establecidos en la oposición a presionar a través de la movilización de las masas que exigen un cambio, la solución esta planteada a través de la convocatoria de una asamblea nacional constituyente. La constitución nacional venezolana establece en su articulo 349, que el poder constituyente reside en el pueblo, quien a través de la recolección de firmas del 15 % de las personas inscritas en el registro electoral, la pueden convocar, y una vez elegida, todos los poderes quedan subordinados a ella, y no pueden objetar sus decisiones y acciones, entre las cuales esta la redacción de un nuevo texto constitucional.
Aun cuando la elección de la asamblea nacional constituyente pasa por la intervención del Consejo Nacional Electoral, que actúa como un ministerio de elecciones del régimen, es la única forma de plantear una alternativa para la reorganización y reconstrucción de Venezuela, que durante el proceso de recolección de las firmas, tendrá una excelente oportunidad de establecer una plataforma organizativa que en un futuro muy cercano sirva de estructura para conducir la resistencia de una sociedad que se niega a seguir sumida en el caos y controlada por la monarquía castrista. Y si el consejo nacional electoral, desconociera el poder constituyente que reside en el pueblo, entonces la sociedad civil organizada, sin liderazgos paralizados por su condición de demócratas, podrá activar la ejecución de los artículos 333 y 350 de la constitución nacional, que mandatoriamente los obliga a desconocer regímenes que no cumplen lo que establece nuestra carta magna.
Son un poco mas de 2millones setecientas mil firmas, las que hacen falta, pero es algo que podemos comenzar a ejecutar ya, tanto dentro como fuera del país. Es posible que muchos piensen que la idea es inalcanzable, pero sin duda es mejor intentarlo que resignarnos a perder lo poco que queda de Venezuela.

José Antonio Colina.
Presidente de Veppex.
En Dios Confiamos.